Aplicación de aire comprimido

Las instalaciones industriales utilizan aire comprimido para una multitud de operaciones. Casi todas las instalaciones industriales tienen al menos dos compresores, y en una planta de tamaño mediano puede haber cientos de usos diferentes de aire comprimido.

Los usos incluyen la alimentación de herramientas neumáticas, equipos de automatización y envasado, y transportadores. Las herramientas neumáticas tienden a ser más pequeñas, ligeras y maniobrables que las herramientas impulsadas por motores eléctricos. También brindan una potencia suave y no se dañan por sobrecargas. Las herramientas neumáticas tienen la capacidad de controlar la velocidad y el par de forma infinitamente variable, y pueden alcanzar la velocidad y el par deseados muy rápidamente. Además, a menudo se seleccionan por razones de seguridad porque no producen chispas y tienen poca acumulación de calor. Aunque tienen muchas ventajas, las herramientas neumáticas generalmente son mucho menos eficientes energéticamente que las herramientas eléctricas. Muchas industrias manufactureras también utilizan aire comprimido y gas para operaciones de combustión y procesos como oxidación, fraccionamiento, criogenia, refrigeración, filtración, deshidratación y aireación. La Tabla 1.1 enumera algunas de las principales industrias manufactureras y las herramientas, transporte y operaciones de proceso que requieren aire comprimido. Sin embargo, para algunas de estas aplicaciones, otras fuentes de energía pueden ser más rentables (consulte la hoja informativa titulada Usos potencialmente inapropiados del aire comprimido en la Sección 2).

El aire comprimido también juega un papel vital en muchos sectores no manufactureros, incluidos el transporte, la construcción, la minería, la agricultura, la recreación y las industrias de servicios. En la Tabla 1.2 se muestran ejemplos de algunas de estas aplicaciones.